“La Navidad es ese día que nos mantiene unidos el resto de los días” Alexander Smith
La Navidad es una época llena de emociones, pero también de estrés y de falta de tiempo, se piensa en los gastos que tendremos que realizar, en los regalos que debemos comprar. Las prisas y las ocupaciones hacen que olvidemos de lo que realmente significa esta temporada. Navidad es tiempo de compartir con quienes más amamos, de abrir el corazón a las necesidades de los demás. Es recordar con cierta nostalgia la niñez, donde todo parecía tan mágico, la ilusión de su llegada nos ponía tan impacientes que los días que parecían eternos e interminables.
Es esa magia de la Navidad la que flota en el ambiente e ilusiona especialmente a los más pequeños, ellos aguardan esperanzados e impacientes el momento en que recibirán sus regalos, en que tendrán permiso de comer muchos dulces y sobre todo que compartirán emocionantes momentos en familia.
Hay otros que esperan ansiosos esa fecha, los Abuelos…porque saben que podrán compartir esa alegría de relacionarse con su familia, sobre todo conseguirán ver la sonrisa de los nietos, y que darán y recibirán muchos abrazos y besos, llenando sus vidas de cariño y esperanza.
Abu, abi, abue, nono, yaya, tata, abuelito… estos son algunos de los nombres cariñosos que los niños usan para llamar a sus abuelos, esos personajes en sus vidas que marcan una huella de cariño imborrable, e imperecedero. ¿ Cómo les decías a tus abuelos?
Muchos de nosotros podemos recordar a los abuelos que ya no están con cierta nostalgia en el corazón, casi podemos oler y saborear en nuestra memoria esas ricas galletas que la abuela las hacía como nadie, o la comida especial que nos preparaba. Recordamos sus detalles especiales que nos hacían sentir amados y únicos, el ambiente inigualable que se percibía en su casa, los lugares secretos donde podíamos jugar a escondernos y esos muchos objetos raros y extraños para nosotros, aún sus palabras eran diferentes del resto de personas. Los que todavía tienen la dicha de tenerlos no permitan que los abuelos mueran de soledad y de nostalgia.
La casa de los abuelos es ese núcleo desde donde se despliegan las tradiciones y costumbres que nos han marcado, y que queremos que sigan pasando de generación en generación a través de nuestros hijos. En tiempos inciertos y cambiantes, esas vivencias han sido un pilar fundamental en la familia, las que nos hace algo especiales y diferentes de las otras, las que han preservado nuestra identidad.
Tal vez los abuelos no sean muy expertos en la tecnología, les cueste mandar un mensaje navideño por Whatsapp y extrañan las hermosas tarjetas que enviaban o recibían. Posiblemente sus Navidades fueran más sencillas, pero en su casa no faltaba un Pesebre, ni los villancicos que todavía les gusta cantarlos, recuerdan lo importante que era asistir a la iglesia a la media noche, la emoción de permanecer despiertos hasta lo más tarde posible, sonríen al recordar los juegos con sus hermanos y sus primos, a pesar de que no recibían tantos regalos y que la cena era más simple, tenían el privilegio de compartir con una familia extensa, con vecinos y amigos. Ellos son los que han marcado el camino de sus generaciones, están llenos de recuerdos, y constituyen una caja de sorpresas con sus historias y leyendas de otros tiempos.
Los abuelos y las abuelas siempre han sido relevantes en las estructuras y dinámicas familiares, muchos han contribuido en la crianza y educación de los más pequeños, son los que se han quedado al cuidado de los nietos para que sus padres puedan atender sus obligaciones laborales.
Han sido cuidadores amorosos y quienes han guiado los primeros años de infancia. Ellos son las personas más cercanas y confiables con quien podemos dejar con nuestros hijos.
Contribución emocional y espiritual de los abuelos.
Puede ser que tus padres o tus suegros cuiden a tus hijos permanentemente o que los vean ocasionalmente, que vivan cerca o lejos, pero serán siempre un referente fundamental en la existencia de los nietos, su experiencia hace que sean más pacientes y comprensivos y probablemente desean restituir lo que no hicieron con sus propios hijos.
Ya no son los máximos responsables de la crianza y educación como lo son los padres, pero la complementan, suelen ser cariñosos y ofrecen sabios consejos. Están más atentos para escuchar y se convierten a veces en cómplices de los nietos, poseen la experiencia de los años vividos y han superado la tensión de la responsabilidad de la crianza de sus propios hijos, y siempre están dispuestos a disfrutar cada momento del desarrollo y crecimiento de sus nietos.
Los abuelos son un soporte emocional y afectivo fundamental, son los que brindan de una forma especial y única ese abrazo tierno y cálido, esa palabra de ánimo y reconocimiento, ese respaldo que proporciona confianza y seguridad.
Son también por lo general los mejores aliados con los que cuentan los padres para la formación espiritual y la transmisión de valores. Tanto por lo que dicen como por lo que enseñan con su propio ejemplo, los abuelos son modelos de esperanza y de fe. Son los que mejor logran transmitir con sabiduría las enseñanzas éticas y morales que sostienen las convicciones familiares.
No dejes pasar esta oportunidad para reunir a grandes y chicos alrededor de la mesa navideña, de sembrar un legado de unidad y fortaleza. Si los abuelos están lejos, una video llamada previamente planeada sin prisas y con paciencia, acortará las distancias por más largas que sean.
La familia nuevamente se coloca en un lugar importante en la Navidad, los niños asumen un lugar destacado en la reunión de hijos y nietos, primos y sobrinos, ruidosos y brillantes, por otra parte los mayores, los abuelos con sus canas y recuerdos, ambos necesitados de cariño y afecto. Motiva a tus hijos a dibujar una tarjeta especial con una frase cariñosa para los abuelos, o a preparar una canción o una poesía para dedicarles.
Con la ayuda de Storybook podrán disfrutar nietos y abuelos el cuento Mis Abuelitos. Así mismo las manos amorosas de los abuelos podrán expresar su cariño por medio de un masaje especial. Al igual que compartir y emocionarse con los cuentos navideños especiales para estas fechas.
Aprovecha esta hermosa oportunidad para la fusión entre las generaciones, donde se funden y amalgaman sentimientos y recuerdos, al mismo tiempo que se fortalecen los lazos familiares entre los abuelos y sus nietos. Como padres seamos quienes propiciamos esta relación tan importante para nuestros pequeños.
