Ocho años, como es posible que se tenga que ayudar a dormir a un hijo de ocho años… pues sí, a pesar de su desarrollo, muchos niños de esta edad necesitan ayuda para conciliar el sueño y dormir tranquilos, ya que este no es un problema que dependa de la edad.
¡Cuánto ha crecido!
Ese comentario será frecuentemente de parte amigos y familiares que no han visto a tu niño o niña de 8 años últimamente. Crecen y cambian en esta edad, como si de repente se hicieran mayores.
Cada niño es diferente y sus avances dependerán de su forma de ser, su temperamento, personalidad, la crianza; sin embargo, se pueden observar algunas generalidades:
- Una gran energía, sus músculos se han fortalecido, permitiéndole ser experto en deportes y en el ejercicio físico. Así que moverse le sienta muy bien.
- La motricidad fina es más precisa y las manualidades, podrían convertirse en uno de sus pasatiempos favoritos.
- El vocabulario es más amplio, conoce nuevas palabras que le llaman la atención, tiene curiosidad por acontecimientos y hechos del día a día.
- Se muestra más independiente a la hora de realizar las tareas, su capacidad de concentración ha aumentado, usa la gramática adecuadamente y su lectura y escritura ha mejorado notablemente.
- Las opiniones de sus amigos adquieren mayor importancia, y a pesar de que disfruta el socializar, puede estar sometido a la presión del grupo.
- Mantienen conversaciones no solamente con sus amigos y conocidos, sino con personas que no son de su círculo cercano.
- Sus emociones parecen un torbellino, así que precisarán de la paciencia y mano amorosa de sus padres para ayudarle a gestionarlas. Los ataques de furia pueden ser frecuentes y muchos niños se vuelven críticos de los demás, en especial de mamá y papá.
- Puede ser dramático, impaciente, se interesan por el ahorro y hace planes para ganar y gastar dinero.
¡Y la hora de dormir!
En esta maravillosa etapa de crecimiento físico, cognitivo, y emocional el actuar con conciencia de sus necesidades es crucial. Ya que, en sus 8 años, los niños necesitan realizar actividades físicas, desenvolverse en su entorno social, pero requieren también de parámetros adecuados para su estabilidad emocional.
Los miedos que creíamos olvidados vuelven a aparecer, los monstruos bajo la cama, una sombra en medio de la oscuridad, las pesadillas, además del temor a las evaluaciones escolares, o a la falta de aceptación de sus compañeros y aun a los posibles regaños de sus maestros.
Es prioritario el tiempo de sueño del niño de 8 años, y es algo que no podemos negociar, ya que, al dormir las horas necesarias, nuestro pequeño tesoro podrá gestionar sanamente sus emociones, proporcionándole tranquilidad.
Cada familia es diferente y tiene sus propias costumbres y hay algunas que no le dan la suficiente importancia al dormir, pero es tan trascendental como el cuidado, una sana alimentación, y la actividad física para una salud integral.
¿Duerme tu hijo las horas necesarias?
Si bien es cierto que, las necesidades de sueño son diferentes entre una persona y otra, existen pautas qué nos ayudaran para saber si son suficientes las horas que el niño duerme. Según la Academia Americana de la Medicina del sueño, un niño en edad escolar de 6 a 12 años debe dormir de 9 a 12 horas.
Abre un canal de comunicación
Motiva a tu hijo a hablar sobre las dificultades a la hora de dormir, y trata de comprender sus problemas, que como adultos pueden parecernos pequeños, pero para un niño son realmente grandes. La comunicación es básica para penetrar en su mundo y conocer sus ansiedades e inquietudes. Ser digno de confianza es primordial.
Caminatas, paseos, la práctica del deporte, en familia motivaran una mejor interacción. Permítele expresarse libremente.
La estabilidad que el chiquillo necesita se debe complementar con una rutina diaria establecida para ir a la cama. La lectura de cuentos, pintar, leer, son actividades que se deben cambiar por los video juegos o la tele.
A veces pensamos que un niño de 8 años es suficientemente “grande” como para necesitar un ambiente propicio para el descanso, sin embargo, no es “ tan grande”, como para no recibir caricias, que, en forma de masajes, disminuirán las tensiones y emociones del día, al mismo tiempo que ayudarán para una comunicación más fluida.
Los masajes infantiles, generan confianza en sí mismo, y refuerzan la certeza de que son amados de manera incondicional. El bienestar que proporcionan son una manera adecuada de ayudar a tu niño a dormir las horas adecuadas para su sano crecimiento.
En esta nota encontrarás la guía completa del masaje infantil, para comenzar esta aventura. Y recuerda que Storybook app es perfecta para comenzar, ya que cuenta con más de 60 cuentos con técnicas personalizadas de masajes para cada parte de su cuerpo y así mejorar su bienestar físico y emocional, además de ayudarlo a dormir mejor.
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